domingo, 4 de mayo de 2025

Movilidades larga duración, Francia

 



Cada año desde 2019, entre 3 y 5 alumnos de 4º ESO y 1º Bachillerato participan en este tipo de movilidades, acogiendo durante un trimestre a un alumno francés y viajando a su vez a cursar otro trimestre allí.

Conchi Ibáñez, Jefa del Departamento de Francés, es la coordinadora de este tipo de movilidades, que conllevan una cooperación exhaustiva entre ambos centros educativos, pero que posibilitan a los alumnos una verdadera inmersión en el sistema escolar, la cultura y la vida diaria de otro país.

Marion Morales López, de 4º AX, ha pasado el primer trimestre del curso en Cholet, Francia, gracias a las Movilidades de Larga Duración de nuestra Acreditación Erasmus+. A su vez, acogió a Emma Brial de abril a junio del curso pasado. Nos cuenta su experiencia.

 

MI EXPERIENCIA ERASMUS+ EN FRANCIA


Para mí, esta experiencia de Erasmus+ en Francia ha sido un verdadero crecimiento personal, enfrentando retos cada día. Los días, el olor, los colores del paisaje, la gastronomía, los horarios, el clima… Todo era diferente a España, pero no por ello peor, simplemente distinto. Hay que conocerlo y vivirlo para entenderlo.

No es lo mismo escuchar un audio en francés en clase que sumergirse en el idioma y la cultura, rodeada de olores y sensaciones que lo hacen único. Al final, me sorprendí cantando el himno francés y desayunando croissants casi a diario. Ha sido una experiencia maravillosa que volvería a repetir.

La familia que me acogió fue encantadora, y sé que tengo en Francia un hogar al que siempre podré volver. Me han querido, los he querido, y sé que en cualquier momento puedo regresar a verlos. También es curioso y divertido acoger a alguien desconocido en casa que habla otro idioma. Ver cómo evolucionaba en su idioma, ayudarle y ver cómo avanza fue algo que me gustó. Al final, nos hicimos amigas y esa conexión hizo que la experiencia fuera aún más genial. Uno de los momentos más divertidos fue ver su cara al probar nuestra comida. Decía educadamente “Claro, quiero probarlo”, pero en su expresión se notaba la cara de “tierra, trágame” por enfrentarse a algo completamente nuevo, como comer gazpachos. Me partía de risa viéndola flipar, pero he de decir que a mí me pasó lo mismo con su comida. Al final, le encantaron los gazpachos y otros platos que no conocía, como el chorizo y el lomo, que probó por primera vez aquí.

Recomiendo esta experiencia a todo el mundo. Hay que ir, hay que atreverse, hay que vivirlo, salir, descubrir y enfrentarse a lo desconocido. La vida es bonita cuando aprendemos a caminar solos, porque así es como realmente vamos creciendo. Pues eso, ¡atreveos!

Marion Morales López

No hay comentarios:

Publicar un comentario