domingo, 12 de marzo de 2023

Movilidad individual de corta duración: Finlandia



Y seguimos con las movilidades individuales de corta duración, esta vez, a Finlandia.

Dos alumnas de 1º de Bachillerato fueron hasta Vaasa para hacer una inmersión en el sistema educativo finlandés.

No hay palabras para describir esos días allí, conociendo la cultura de un país tan lejano y diferente para nosotros. Y tan admirado por muchas cosas.

Nuestras chicas volvieron a casa con el corazón partido. Y es que no es para menos después de una experiencia así.

Nos lo cuentan ellas mismas:

"Nos dieron el 5 de septiembre la noticia de que nos habían dado una plaza para irnos de Erasmus, con ello vino la duda de que destino íbamos a elegir (Finlandia, Austria o Suecia), pero realmente lo teníamos muy claro.

El 9 de octubre a las 5 de la mañana estábamos sentadas en el taxi dirección Madrid para coger un vuelo a Helsinki y de allí partir a Vaasa.

Estuvimos alojadas en la casa de dos chicas finlandesas (Marta y Bianca) y fuimos durante una semana al mismo instituto que ellas.



El instituto contaba con dos edificios: el primero, donde se localizaba la cafetería y en el que se daban las clases normales; y otro para las clases de arte y gimnasia. En este instituto, de hecho, se impartía el bachillerato nacional de Finlandia, un bachillerato de artes y el bachillerato internacional.



Eva y yo fuimos a todas las clases que había e incluso asistimos a una de finlandés, también fuimos a un laboratorio que suelen frecuentar los estudiantes de química.

Comimos todos los días en la cafetería, donde pudimos encontrar platos como fajitas de pollo, puré de patatas, carne con patatas y muchísima salsa, porque, si en algo se caracterizaban sus platos, era en que todos llevaban mucha salsa.

Por las tardes pasábamos el tiempo todo el grupo juntos: fuimos a la bolera, nos enseñaron el pueblo, vimos un partido de hockey hielo, fuimos de compras, hicimos    una expedición al Kvarken, un archipiélago de la UNESCO cerca de Vaasa. Ese mismo día fuimos a comer a un buffet, donde pudimos probar la carne de reno.




Después de terminar con esta increíble experiencia, creo que somos capaces de desmentir dos cosas de Finlandia: la primera, no hace tanto frío como la gente imagina; y la segunda, los finlandeses son gente muy agradable y super simpáticos. Ah, y también decir que allí muchísimos estudiantes intentan aprender español a través de aplicaciones y, como nos dijeron, “aprender español se ha puesto de moda”.

En el momento en el que te subes al avión para volver piensas en que todo se ha acabado, pero sin duda los recuerdos siempre estarán presentes.





Y, por último, queremos añadir que si tenéis la oportunidad de hacer algo tan increíble como un ERASMUS no lo desperdiciéis porque os vais a arrepentir toda la    vida.




Eva Melero y Lucía Serrano, alumnas de 1º de Bachillerato"

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